David Ortiz ´´El Big Papi´´ a Cooperstown
Ortiz se convirtió anoche en el cuarto dominicano en ser escogido para Cooperstown. Recibió el 77.9% de los votos
Santo Domingo.- El expelotero David
Ortiz se convirtió en el cuarto dominicano que llega al Salón de la Fama de
Cooperstwon.
David Ortiz |
Ortiz logró un 77,9 % de
los votos, según los resultados dados a conocer por la MLB, en la elección de
la Asociación de Escritores de Béisbol de Estados Unidos.
Ortiz fue seguido en la
votación por el siete veces Jugador Más Valioso y líder histórico en jonrones
en las Grandes Ligas, Barry Bonds, con 66 % y por el siete veces ganador del
premio Cy Young, Roger Clemens, con 65,2 %, en su último año en las papeletas
de los cronistas estadounidenses.
Con esta elección el
'Big Papi', como es conocido Ortiz, se une a Juan Marichal, Pedro Martínez y
Vladimir Guerrero, como los únicos dominicanos en ser elegidos a la
inmortalidad en las Grandes Ligas.
En su paso por el
béisbol en las Grandes Ligas, el cual se extendió por 20 años, el conocido como
“Big Papi” marcó un promedio ofensivo de .286, 541 cuadrangulares, 1,768
carreras empujadas y 632 dobles.
Ortiz será exaltado este
próximo 24 de julio junto a Buck O'Neil,
Minnie Miñoso, Tony Oliva, Gil Hodges, Jim Kaat y Bud Fowler, todos
seleccionados por los comités de las eras del béisbol.
El 'Big Papi' fue seleccionado en diez ocasiones al juego
de las estrellas, ganó el bate de plata siete veces, además de tres campeonatos
con Boston 2004-2007, entre muchos otros reconocimientos.
Originalmente firmado por los Marineros de Seattle, Ortiz llegó a las
Grandes Ligas con los Mellizos de Minnesota, donde jugó los primeros seis años
de su carrera, antes de que cometieran el peor error en la historia de la
franquicia, al dejarlo en libertad tras la temporada 2002.
Esto permitió que el poderoso bateador zurdo se mudara a los Medias Rojas
de Boston donde escribiría un legado, que hoy lo ha catapultado como un
inmortal de Cooperstown.
Su llegada a los Medias
Rojas tuvo como intermediario a su compadre y también inmortal del béisbol de
liga grande, Pedro Martínez, quien recomendó a la gerencia bostoniana sumarlo
al equipo para la campaña de 2003.
El impacto de David no tardó en sentirse en los Medias Rojas y en todo el
béisbol escribiendo así su trayectoria.