Talibanes declaran la victoria; Biden dice defenderá con fuerza a su gente
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Kabul, Afganistán.- El mulá Baradar Akhund, jefe de la oficina política de los insurgentes en Catar, declaró el fin de la guerra de Afganistán con la victoria de los insurgentes, un logro inesperado por su rapidez y que se completó el domingo con la huida del presidente, Ashraf Ghani, y la toma de Kabul.
“Hemos alcanzado una
victoria que no se esperaba (...) debemos mostrar humildad ante Alá”, dijo en
un mensaje en vídeo el ex número dos del movimiento insurgente en la primera
declaración pública de un líder talibán tras la conquista del país.
En el primer día en
Afganistán bajo control talibán desde la invasión estadounidense en 2001,
Baradar se refirió a este como “el momento de la prueba”.
“Ahora se trata de cómo servimos y protegemos a nuestra gente, y de cómo
aseguramos su futuro, para ofrecer una buena vida lo mejor que podamos”,
añadió.
Los talibanes tomaron el domingo el control de Kabul después de que sus
combatientes entraran en la capital sin encontrar resistencia, y con casi todas
las provincias bajo su control.
En el primer día del país
bajo el control de los talibanes, la seguridad de la capital afgana y la mayor
parte del país amaneció en manos de los insurgentes que patrullan las calles y
controlan el movimiento de personas.
“El Emirato Islámico (como
se autodenominan los talibanes) ha ordenado a sus muyahidines y una vez más
reitera que nadie puede entrar en la casa de nadie sin permiso. La vida, la
propiedad y el honor de nadie serán dañados, estos deben ser protegidos por los
muyahidines”, dijo en Twitter el portavoz talibán Suhail Saheen.
El colapso del país ocurrió
en cuestión de semanas, después de que en mayo las fuerzas de Estados Unidos y
de la OTAN comenzaran la fase final de la retirada, entregando todas sus bases
militares a los afganos.
Tras huir en secreto del
país y sin una renuncia pública, Ghani aseguró anoche en un comunicado que
abandonó el poder “para evitar un derramamiento de sangre”, ya que, según él,
los talibanes estaban dispuestos a atacar Kabul para derrocarlo.
Por otro lado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió ayer
que su país defenderá a su gente con “fuerza devastadora” si los talibanes
atacan a personal estadounidense o sabotean la evacuación de Afganistán.
“Defenderemos a nuestra
gente con fuerza devastadora si es necesario”, dijo Biden en un discurso a la
nación, tras las escenas de caos vividas en las últimas horas en el aeropuerto
de Kabul, después de la que la capital afgana cayera el domingo en manos de los
talibanes.
Mientras que Estados Unidos reanudó ayer los vuelos militares en el
aeropuerto de Kabul, tras interrumpirlos por el caos desatado en las últimas
horas ante la irrupción de centenares de afganos en las pistas en un intento de
encaramarse a los vuelos destinados a evacuar a estadounidenses y sus aliados.
Así lo afirmó en un rueda de
prensa en el Pentágono el vicedirector de Logística del Estado Mayor, el
general Hank Taylor, quien señaló que actualmente hay 2.500 soldados de su país
desplegados en el aeropuerto, y que serán 3.500 a final de esta jornada.