Juan Bosch: es irrepetible
Solo un hombre como el profesor Juan Bosch con cualidades excepcionales de organizador, gerente y estratega, podía construir dos partidos como el Revolucionario Dominicano (PRD) y de la Liberación Dominicana (PLD).
La política es una actividad muy absorbente y genera muchas tensiones. Bosch fue exitoso en ella porque supo, desde ella, convertirse en un referente, no solo como educador de su pueblo, sino como forjador de una cantera de dirigentes a quienes ha tocado jugar un rol de principalía en la conducción de la administración pública en las últimas décadas. Esa escasa cualidad lo perpetúa como un hombre sin egoísmo, pues preparó y dio paso a quienes tenían que recibir la antorcha de sus manos.
No pocas personas se preguntan, ¿cómo un político dedicado tantos años a formar dos grandes partidos, sacaba tiempo también para otra tarea tan exigente como la literatura?
Aunque el 27 de febrero de 1938 le escribió a Trujillo diciéndole que "mi destino es ser escritor", Juan Bosch se impuso una disciplina que le permitió ser uno de los mejores narradores de cuentos y, al mismo tiempo, el político de la región más exitoso en el plano organizativo y educativo. Nadie en el continente ha organizado dos partidos con las dimensiones y la trascendencia del PLD y el PRD para convertirse luego en dos grandes rivales. En esa misma misiva a Trujillo dijo:
"….No estoy dispuesto a tolerar que la política desvíe mis propósitos o ahogue mis convicciones y principios", pero luego de 23 años de exilio, hay quien cree que el político se impuso al narrador, más por las circunstancias que vivía el país.
Para llevar, sin embargo, con tanto éxito dos actividades exigentes, se debe poseer una disciplina férrea para escribir, por todo lo que conlleva, y una voluntad y amor por su pueblo fuera de lo común para dedicarlo al ejercicio de la política, donde -como se sabe- hay más espinas que rosas y más trampas que los terrenos minados de Irak. Juan Bosch, es irrepetible. Por Aquilino Serrata
La política es una actividad muy absorbente y genera muchas tensiones. Bosch fue exitoso en ella porque supo, desde ella, convertirse en un referente, no solo como educador de su pueblo, sino como forjador de una cantera de dirigentes a quienes ha tocado jugar un rol de principalía en la conducción de la administración pública en las últimas décadas. Esa escasa cualidad lo perpetúa como un hombre sin egoísmo, pues preparó y dio paso a quienes tenían que recibir la antorcha de sus manos.
No pocas personas se preguntan, ¿cómo un político dedicado tantos años a formar dos grandes partidos, sacaba tiempo también para otra tarea tan exigente como la literatura?
Aunque el 27 de febrero de 1938 le escribió a Trujillo diciéndole que "mi destino es ser escritor", Juan Bosch se impuso una disciplina que le permitió ser uno de los mejores narradores de cuentos y, al mismo tiempo, el político de la región más exitoso en el plano organizativo y educativo. Nadie en el continente ha organizado dos partidos con las dimensiones y la trascendencia del PLD y el PRD para convertirse luego en dos grandes rivales. En esa misma misiva a Trujillo dijo:
"….No estoy dispuesto a tolerar que la política desvíe mis propósitos o ahogue mis convicciones y principios", pero luego de 23 años de exilio, hay quien cree que el político se impuso al narrador, más por las circunstancias que vivía el país.
Para llevar, sin embargo, con tanto éxito dos actividades exigentes, se debe poseer una disciplina férrea para escribir, por todo lo que conlleva, y una voluntad y amor por su pueblo fuera de lo común para dedicarlo al ejercicio de la política, donde -como se sabe- hay más espinas que rosas y más trampas que los terrenos minados de Irak. Juan Bosch, es irrepetible. Por Aquilino Serrata