Invasión de chinos en mercado dominicano; compran minas, habrían pagado US$30 millones por Tele-Radio América, y tienen 72 nuevas tiendas en José Martí y Duarte
Santo Domingo.-No son los "chinos de Bonao" ni los de La Duarte, porque esos tienen muchos años (décadas) en nuestro país, y han desarrollado varias generaciones, impulsando una comunidad laboriosa y productiva.
Los chinos que nos llegan ahora son de este tiempo, del tiempo en que el dragón dormido ha despertado y se encamina a desarrollar la economía más agresiva y avasallante que pueda aparecer en el planeta. Ni Estados Unidos. considerada la más poderosa nación, se salvaría del impacto económico mundial que provocaría la sacudida del ahora despierto dragón.
En República Dominicana esta nueva corriente china ha comenzado a sentirse. Paulatinamente y por lo bajo va ganando espacio, y apunta a generar estragos en sectores de la producción nacional que se reconocían como sólidamente establecidos y que ya comienzan a tambalear y a temer ser desplazados ante el avance de los pesados pasos del dragón.
Esta semana el periódico Diario Libre hace referencia de que una empresa de China Popular, de carácter estatal, la Shenzhen Zhongjin Linguan Nonfemet Company Limited, había adquierido mediante compra, a través de otra australiana de la que es accionista mayoritaria, la Perilya Limited, varias minas de oro, plata y níquel ubicadas en territorio dominicano y que eran explotadadas (y por explotar) por la Corporación Minera Dominicana (Copardom).
Ya antes corria la versión, a manera de especulación, que daba cuenta de que el grupo de medios Tele-Radio América, propietrio del canal 45 y varias estaciones de radio, había sido vendido en todas sus propiedades (incluye un amplio edificio con los estudios de emisoras y el canal) por la respetable suma de 30 millones de dólares. A medida que ha pasado el tiempo se ha ido aclarando esta versión, y se afirma que Eliseo Alba, dominicano vinculado a negocios diversos, ha asumido que él está involucrado en la negociación y representa a un grupo de inversionistas chinos.
Y ahora tenemos un grupo de comerciantes de la José Martí y el entorno de la avenida Duarte que denuncian que una oleada de comerciantes chinos, llegados recientemente a la zona, les están haciendo la vida imposible y podrían llevarlos a la quiebra si las autoridades no intervienen. Sostienen que con estos nuevos chinos están sufriendo una competencia desleal, debido a que no pagan impuestos de ninguna especie, y venden mercacías, que importan desde su tierra de origen, a precios muy por debajo del precio del mercado.
Los comerciantes criollos de la José Martí y el entorno de la Duarte, que dicen estar al día con unos 6 mil empleados, pagando su seguridad social, el Itbis y los demás impuestos, sostienen que los nuevos chinos han establecido, en apenas 2 años, 72 negocios en igual número de locales, y la competencia con éstos se hace insostenible.
El dragón ha despertado y tenemos a los chinos (son más de mil 300 millones) invadiendo el mercado dominicano, evidentemente.
Los chinos que nos llegan ahora son de este tiempo, del tiempo en que el dragón dormido ha despertado y se encamina a desarrollar la economía más agresiva y avasallante que pueda aparecer en el planeta. Ni Estados Unidos. considerada la más poderosa nación, se salvaría del impacto económico mundial que provocaría la sacudida del ahora despierto dragón.
En República Dominicana esta nueva corriente china ha comenzado a sentirse. Paulatinamente y por lo bajo va ganando espacio, y apunta a generar estragos en sectores de la producción nacional que se reconocían como sólidamente establecidos y que ya comienzan a tambalear y a temer ser desplazados ante el avance de los pesados pasos del dragón.
Esta semana el periódico Diario Libre hace referencia de que una empresa de China Popular, de carácter estatal, la Shenzhen Zhongjin Linguan Nonfemet Company Limited, había adquierido mediante compra, a través de otra australiana de la que es accionista mayoritaria, la Perilya Limited, varias minas de oro, plata y níquel ubicadas en territorio dominicano y que eran explotadadas (y por explotar) por la Corporación Minera Dominicana (Copardom).
Ya antes corria la versión, a manera de especulación, que daba cuenta de que el grupo de medios Tele-Radio América, propietrio del canal 45 y varias estaciones de radio, había sido vendido en todas sus propiedades (incluye un amplio edificio con los estudios de emisoras y el canal) por la respetable suma de 30 millones de dólares. A medida que ha pasado el tiempo se ha ido aclarando esta versión, y se afirma que Eliseo Alba, dominicano vinculado a negocios diversos, ha asumido que él está involucrado en la negociación y representa a un grupo de inversionistas chinos.
Y ahora tenemos un grupo de comerciantes de la José Martí y el entorno de la avenida Duarte que denuncian que una oleada de comerciantes chinos, llegados recientemente a la zona, les están haciendo la vida imposible y podrían llevarlos a la quiebra si las autoridades no intervienen. Sostienen que con estos nuevos chinos están sufriendo una competencia desleal, debido a que no pagan impuestos de ninguna especie, y venden mercacías, que importan desde su tierra de origen, a precios muy por debajo del precio del mercado.
Los comerciantes criollos de la José Martí y el entorno de la Duarte, que dicen estar al día con unos 6 mil empleados, pagando su seguridad social, el Itbis y los demás impuestos, sostienen que los nuevos chinos han establecido, en apenas 2 años, 72 negocios en igual número de locales, y la competencia con éstos se hace insostenible.
El dragón ha despertado y tenemos a los chinos (son más de mil 300 millones) invadiendo el mercado dominicano, evidentemente.