Politólogo esboza retos PLD de cara al 2016; explica motivos acercamientos PRD al gobierno
El hecho de que varios dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) manifiesten su interés, activen a los miembros y simpatizantes peledeistas, y se movilicen en procura de lograr un posicionamiento en la valoración de la población, tendrá un impacto positivo o negativo en la imagen del partido oficialista, dependiendo del manejo que tengan los contendientes internos.
El proceso de búsqueda de la candidatura presidencial en el PLD concitará mucho interés en la ciudadanía y será un tema al que los medios de comunicación le darán un tratamiento extenso, debido a que será un proceso novedoso en el sentido de que se vislumbra que varios actores saldrán por vez primera al escenario; mientras que en el caso del PRD, el proceso será repetitivo, en el sentido de que competirán de nuevo por la candidatura –Hipólito Mejía, Miguel Vargas y Luis Abinader-, los mismos actores que compitieron en el pasado reciente.
Ante la presencia de una oposición política carente de un rumbo claro y una visión de futuro que inspire confianza en la población, los peledeistas tienen que ser capaces de gobernar asumiendo los roles de llenar los vacios noticiosos y de opinión pública que debieran ser asumidos por la oposición, pero cuidándose de no hacerlo de forma parecida a co’mo ocurrió en el PRD, a partir de 1978, cuando quedaron solos en el escenario, y como no entendieron el proceso terminaron devorándose a sí mismos.
Los peledeistas que comiencen a proyectarse en la ruta del proceso electoral del 2016, tienen por delante el reto de aspirar sin afectar la imagen de unidad interna, disciplina, respeto y cohesión con que han actuado en el pasado, ya que el interés especial que tendrán los medios de comunicación en las noticias del proceso interno, puede conducir a que algunos dirigentes de la organización tentados en el hecho de ser noticias e incidir en la opinión pública, lleven las luchas a un terreno en que salga afectada la imagen de la organización política.
En la política dominicana hay la tradición de que las búsquedas de candidaturas a lo interno de los partidos se cimientan en una comunicación de ataques los unos a los otros, y no en un proceso de comunicación persuasiva para construirles buena imagen a los protagonistas en contienda. Los medios harán lo posible por buscar las noticias que mas entretienen, atraen y venden, que son las críticas y los ataques. Entonces, el PLD, en su estamento más alto de dirección, tiene en breve término que definir un plan estratégico para que el proceso interno se desarrolle de modo que la fortaleza de predominio que tiene en el escenario, no se convierta en una amenaza y posterior debilidad.
Muchos dirigentes del PLD saldrán al escenario buscando un posicionamiento de cara al 2016 y mas allá, y eso es bueno, siempre y cuando el proceso se haga en un contexto inteligente enmarcado en un plan estratégico. En el presente estadio, un partido es fuerte y tiene perspectivas de futuro en la medida en que posea un activo de liderazgo competente con buena imagen. Ahora para llegar al poder pesa más la calidad del liderazgo que el tamaño de la organización.
El PLD tiene un importante activo de dirigentes con las prendas necesarias y requeridas, con los atributos de capacidad y experiencia necesarias para presentarse ante la población. Sin embargo, la ganancia que pueda tener el PLD de ese proceso dependerá de que el mismo se lleve a cabo enmarcado en un plan estratégico de comunicación y mercadeo, en que los emisores busquen la valoración de la población apelando a una comunicación persuasiva enfocada en la presentación de los atributos y fortalezas de los productos, y no en la denostación, descalificación y ataques a sus contendientes.
Los liderazgos establecidos y con fuerte arraigo dentro y fuera de la militancia morada, y sus cercanos colaboradores, deben ser tolerantes y no poner trabas, ni cortarles las alas a los jóvenes que quieran comenzar a proyectarse.
El PLD, en las últimas dos décadas, sólo ha tenido dos candidatos presidenciales y dos presidentes que son Leonel Fernández y Danilo Medina Sánchez.
La perpetuidad y continuidad de Leonel y Danilo como cabezas del PLD, debe ser legitimada mediante un proceso abierto donde los demás dirigentes puedan moverse y aspirar sin presión alguna. Ahora bien, si los emergentes no logran desplazar las columnas que le sirven de sustento al edificio estructural del partido, entonces deben aceptar que la supremacía de Leonel y Danilo se sustenta en trabajo, competencia y capacidad, y ellos deben seguir cobijados bajo sus sombrillas.
De ahí que todos los que quieran aspirar a buscar la candidatura presidencial del PLD, deben hacerlo, y no debe haber censuras ni trabas dentro de la propia organización, pero sin desviarse ni descuidar la misión de hacer un gobierno eficaz.
Los peledeistas deben aprovechar la debilidad de la oposición, haciendo el trabajo que le corresponde a la oposición, pero con el debido cuidado de que la oportunidad no se traduzca en una amenaza que ponga en riesgo la imagen de unidad y cohesión que constituye la principal fortaleza del PLD frente al PRD.
A todas luces, se percibe que el liderazgo del PRD está perdiendo las perspectivas. Estas visitas que están haciendo de los líderes del partido blanco al presidente Danilo Medina Sánchez para decir que van a tratarle algunas cosas cuando el propósito fundamental es otro, y no lo dicen, y que se trata de búsqueda de legitimidad y reconocimiento como interlocutores de la oposición, es una prueba fehaciente de que el liderazgo del PRD, ante el éxito que está teniendo el gobierno, luce desarmado como si sólo estuvieran preparados para actuar en escenarios en que los gobiernos enfrenten crisis.
El PRD cuando está en la oposición brilla y se crece en los momentos en que los gobiernos enfrentan crisis económicas y presiones sociales. Cuando hay orden, estabilidad y buenas perspectivas de futuro, como sucede en los actuales momentos en que hay un gobierno con más de un ochenta por ciento de aprobación, entonces el liderazgo del PRD, ante su carencia de una visión de futuro y su inexperiencia en una comunicación persuasiva propositiva, queda sin oxigeno, desarmados y desarticulados, y es bueno que el presidente Danilo Medina sepa que es eso lo que está sucediendo, para que no vaya a pensar que los perredeistas han cambiado de aptitud de la noche a la mañana.
Los perredeistas siguen siendo los mismos. Si mañana el gobierno tiene que enfrentar una situación difícil, el presidente Medina que no espere colaboración, ni comportamiento responsable y maduro de los liderazgos de esa organización política.
Cuando el presidente Danilo Medina tomó las riendas del poder y habló de las precariedades financieras en que asumía, los perredeistas de inmediato se activaron para ir con todo en su contra del gobierno del PLD, y como no tuvieron tiempo para armar una estrategia de oposición, le hicieron el juego a unos cuantos jóvenes que se movilizaron pidiendo justicia para los responsables del déficit fiscal. El liderazgo del PRD, dando muestra una vez de su aventurerismo, de su irresponsabilidad y su inmadurez, de su poco compromiso con la democracia, de inmediato se sumó a las protestas. Inclusive violaron la tregua de sentido común que consiste en que se le debe dar un plazo prudente de cien días al nuevo gobierno para que asuma el manejo de la situación.
De cara al 2016, el liderazgo del PLD está compelido a llevar a cabo una comunicación persuasiva de liderazgo gobernante enfocada a que la ciudadanía no se sienta cansada por su largo periodo de gobierno, llenando las expectativas de la población y buscando un desempeño que le siga catapultando como el presente y el futuro.
Los peledeistas deben ser cuidadosos y tienen el reto de llevar a cabo un proceso interno que promueva nuevos valores y talentos, sin entrar en competencia con la comunicación persuasiva del gobierno, ya que muchos de estos dirigentes, al ser novatos y en su interés de hacer noticias aprovechando las oportunidades que les brinden los medios de comunicación para promoverse, pueden olvidar que la continuidad en el poder depende sólo, depende única y exclusivamente de la evaluación del desempeño.
La estructura comunicacional que está comprometida con el PRD y que históricamente ha estado vinculada a ese proyecto político, ante la división de ese partido y el déficit racional de su liderazgo, optarán por la estrategia de presentar al PLD también como una organización política dividida.
La imagen caótica y anárquica del PRD es una debilidad por el simple hecho de que el PLD es unido, disciplinado y armónico. En caso de que los peledeistas se comporten de forma parecida a los perredeistas, entonces esa característica del PRD deja de ser una debilidad.
Empero, como en el PRD la indisciplina es patológica y cultural, es un comportamiento que ellos no podrán superar, entonces el plan de comunicación persuasiva a que recurrirán a través de los medios y comunicación que responden a sus intereses, es presentar al PLD en el mismo plano. El mensaje que tienen armado consiste en minar los espacios de comunicación a su servicio presentando hechos como que los peledeistas también se dividen y se enfrentan de forma descarnada cuando se trata de buscar el poder.
Algo importante lo constituye el hecho de que el acercamiento que tratarán de seguir teniendo los liderazgos del PRD con el gobierno, y de manera precisa con el presidente Danilo Medina, es buscando su propio beneficio y también para sembrar cizañas que puedan afectar en el futuro la armonía PLD-gobierno. Los funcionarios cercanos al presidente Danilo Medina que no pesquen de “manso” considerando que al acercar al gobernante con los dirigentes del PRD, le están haciendo un gran servicio a la democracia y al país.
Es bueno que los funcionarios del gobierno de Danilo sepan esto, que se asesoren bien, ya que muchos de estos, antes su inexperiencia política, pueden prestarse de interlocutores y puentes entre el presidente Medina y el liderazgo de un partido de oposición que se está acercando no con buena intención. A caso ya se olvidaron de que a pesar de que hubo un triunfo arrollador y unas elecciones limpias sin precedentes el 20 de mayo del 2012, esas personas no reconocieron el triunfo y salieron al plano internacional a tratar de dañar la imagen del nuevo gobierno. Fuente:El Nuevo Diario