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Sastre se especializa en hacer ropa a quemados


SANTO DOMINGO.- Desde hace 10 años Cristian Brito, oriundo de Cabrera, utiliza su modesto taller de sastrería para confeccionar ropa especial para pacientes quemados, única indumentaria que le garantiza evitar el surgimiento de queloides y contracturas en la piel, luego de sobrevivir a quemaduras de segundo y tercer grado.

Aunque este joven sastre dice que es el único del país que se dedica a ese tipo de confecciones, a diario enfrenta el problema de que el 90 por ciento de las personas quemadas que recibe son de muy escasos recursos económicos. Es por esa razón que con frecuencia tiene que donar la ropa, venderla por debajo del costo o financiarla como el paciente puede pagarla.

Ahora tiene el problema de que la persona que le traía desde Estados Unidos la tela especial de licra compresiva, utilizada para elaborar la ropa térmica, no puede seguir trayendo los pedidos, y él carece de recursos para utilizar otros medios de importación, por lo que busca alguna ayuda del Despacho de la Primera Dama y del Gobierno para continuar con esta labor.  Brito se dedicó a confeccionar ese tipo de ropa luego de que su hijo, Jelson, sufriera un accidente con un transformador eléctrico que le generó quemaduras en todo su cuerpo, cuando tenía siete años, y en el país no había forma de conseguir la indumentaria.

Promedio y causas
Cada año Brito recibe entre 150 y 160 pacientes quemados que necesitan de esa indumentaria. En los últimos tiempos la mayor demanda la tiene de parte de personas que sufren quemaduras por ácido del diablo, accidentes por explosiones de tanque de gas y por electricidad. Dice que el costo de ese tipo de tela, que no se vende en el país, es alto, por lo que una blusa y un pantalón cuestan 2,500 pesos cada uno, y un brazo entre 800 y mil pesos. También confecciona mascarillas para proteger las quemaduras de la cara, o cualquier otro tipo de pieza, dependiendo de la parte quemada del paciente.

Aseguró que casi ninguno de los pacientes que recibe puede costear esos precios.“Pero yo le aseguro que de aquí no sale una persona quemada sin su ropa, aunque yo tenga que regalársela, porque yo sé lo que es vivir la angustia de una persona quemada”.

Entrevistado en su taller, ubicado en un pequeño local alquilado del sector Mejoramiento Social, explicó que esa ropa también alivia la picazón y otras incomodidades propias de las quemaduras, además de que puede ser usada por todo paciente que haga queloides postquirúrgico. Por:Doris Pantaleón
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