Dominguez Brito propone nueva cárcel en la Ciudad del Niño
En una visita realizada a la cárcel de Najayo, el
Procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, revelo que dada
las condiciones existentes en ese centro penitenciario y agotado el sistema que
le sostiene, solicitó al presidente que se declare de utilidad pública “La
Ciudad del Niño”, para que pase a manos de la Procuraduría y poder convertirla
en una cárcel para menores.
El magistrado justo hablaba con uno de los 196 reos
del penal con edades comprendidas entre los 14-17 años de edad, donde adelantó
que han desarrollado un plan estratégico para ir trabajando en tres grandes
bloques en el gran Santo Domingo. “Sería reestructurar el penal de Cristo Rey,
la cárcel en el batey Bienvenido de Manoguayabo y estanos solicitando al
Presidente, ya eso está en el presupuesto nuestro, donde estaba la Ciudad del
Niño”. Para este último penal las autoridades ya tienen el diseño y se espera
que para finales de este año pueda estar lista, si todo avanza.
Informó que los centros de menores de La Vega y
Cristo Rey van a pasar a la Procuraduría. “Se espera que sea para el próximo
año; además estamos reorientando todo el sistema de menores”.
Agregó que el presidente Medina está muy interesado
en el sistema penitenciario e incluso se plantea construir en Palavé, Santo
Domingo Oeste, una cárcel de máxima seguridad para 250 internos. Mientras
recorre las cárceles, va recogiendo no solo los problemas que le plantean cada
recluso, sino también las cartas y sobres que los empleados le entregan en
busca de ayudas.
Eran las 9:30 de la mañana del viernes 22 de marzo cuando
el procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, caminaba por
el pabellón de los internos en el centro de menores, el agua salía por debajo
de las puertas de las celdas hasta mojar el pasillo.
Tal si fuera un crucifijo, en un extremo está la
cárcel de menores, carente de custodia, llena de grafitis y con parte de sus
talleres de enseñanza cerrados “momentáneamente”.
Luego llegamos a Najayo-mujeres, donde el
reluciente piso sumado a la impecable pintura y la organización te da la
sensación de estar en otro país, ilusión que se deteriora al pisar la cárcel de
los hombres, contexto de la más deprimente situación de marginalidad y
hacinamiento: los reos preparan sus comidas en anafes improvisados al lado de
una pila de basura, y se amontonan en la puerta unos contra otros al momento de
ver visita.
Este último penal, visiblemente deteriorado, es
objeto de un proceso de remodelación para ser convertido en una cárcel del
Nuevo Modelo. Para finales de este año las autoridades buscan terminar la
transformación para que Najayo-hombres sea solo de condenados y La Victoria de
preventivos. Sin embargo, la conversión de Najayo-hombres al nuevo modelo se
espera que termine en julio.
La visita del procurador, Francisco Domínguez
Brito, coincide justo con la celebración del octavo aniversario de la cárcel de
Najayo-mujeres. Una obra de teatro emocionante relativa a la realidad de los
feminicidios, un modelaje con vestidos hechos por la internas con fundas
plásticas e hilo, bailes y canciones fueron parte de las actividades que
profesionalmente realizaron las reclusas. En una esquina del salón se exhibían
los tejidos a manos, carteras y todos los demás objetos que se confeccionan
allí.