Las agendas
Mientras el gobierno del presidente Danilo Medina enfrenta sus propias urgencias que, esencialmente, tienen que ver con la limitación de recursos, derivada del perfil de un Estado pobre que no muestra mayor eficiencia para agenciarse recursos, una parte de la dirigencia del partido oficial y de los aliados aparenta distraída con sus propias agendas.
En medio de tanto ruido mediático, es necesario que quienes tienen responsabilidad de Estado, puedan ver más allá de la cotidianidad, con miras amplias para descubrir que la agenda no se limita a los brotes sociales que comienzan a diseminarse por la geografía nacional.
Los temas conflictivos parecen haberse desatado de golpe. Van desde manejo de política económica, presupuestarios, sociales, laborales, de seguridad ciudadana y medioambientales.
La sentencia 168/13, del Tribunal Constitucional (TC) es el de mayor virulencia mediática; el anunciado cierre parcial de las operaciones de la Falconbridge; la huelga de los profesionales de la medicina, motivada en el único asunto que siempre ha interesado a la cúpula del Colegio Médico Dominicano: aumento salarial; el anuncio de los industriales de la harina de subir el precio del pan, así como la permanente amenaza de inseguridad ciudadana como resultado del auge del microtráfico, son temas que forman parte de un rosario de quejas, que deben ser abordadas por la dirección política del país, fuera de coyuntura.
Si se tiene la información, como estoy seguro que los cuerpos de inteligencia poseen, de que los grupos sociales (coletilla del partido político que perdió las elecciones de mayo del año pasado) tomaron la decisión de salir a las calles, atendiendo a directrices del ex presidente Hipólito Mejía, es plausible que desde el partido de gobierno se tomen decisiones, no para denunciar a los auspiciadores, sino para sugerir soluciones a cada uno de estos problemas.
El primero de estos puntos, el que tiene que ver con la sentencia del TC, un poder del Estado cuya facultad es precisamente conocer de la constitucionalidad de las leyes, debe recibir el respaldo de la dirección política y de todos los órganos donde el PLD tiene incidencia.
La competencia del TC para decidir sobre la constitucionalidad de las leyes no puede ser puesta en discusión. Para evacuar la sentencia, los jueces estudiaron la jurisprudencia establecida por la Suprema Corte de Justicia de 2005, lo que ha establecido en ese sentido la Corte Interamericana de los Derechos Humanos relativa a las condiciones y procedimientos para la adquisición de una nacionalidad, que tienen que ver predominantemente con el derecho interno de cada Estado.
En 147 páginas del documento emitido, los magistrados estudiaron los requisitos establecidos para la adquisición de cédulas y la emisión de actas del Estado Civil, revisaron las distintos documentos constitucionales, desde 1929 hasta la fecha, y definieron el concepto de "extranjero en tránsito", establecido en las cartas sustantivas dominicanas desde un siglo hasta la fecha.
También estudiaron los casos parecidos en Colombia, el de nuestros compatriotas en España, la Ley de Migración, sobre Naturalización y el reglamento de aplicación de Migración. No es de extrañar que el periódico haitiano Le Nouvelliste haya importantizado las declaraciones antinacionales emitidas por el ex presidente Mejía, a pesar de que el dirigente político no es abogado ni especialista en constitucionalismo.
Por otro lado, el cierre parcial de las operaciones de la Falconbridge es un problema que tiene raíces en el pasado reciente. Tanto en instancias del gobierno como en los niveles ejecutivos de la empresa minera, se permitió que el tema tomara cuerpo, como aquellas avalanchas de nieves que mientras más corren, su tamaño se hace incontrolable.
La huelga de los galenos exigiendo aumento salarial es más de lo mismo. Los gobiernos no han sido capaces de exigir, en medio de un rosario de históricas negociaciones de cuatro décadas, ni siquiera un mínimo de cumplimiento en calidad del servicio, horario de trabajo con resultados de desempeño. Los profesionales de la medicina se dan el lujo de tener cuatro y hasta cinco empleos, a pesar de que solo trabajan ocho horas, mientras el CMD solo sirve para apañar la falta de humanidad de la mayoría de sus asociados, y convocar a paros de los servicios cuando se avecinan elecciones en el gremio.
Aunque un poco controlada en los últimos meses con la salida de los guardias a la calle, la seguridad ciudadana es un tema pendiente que los gobiernos del PLD deben abordar con determinación, pues otros programas de ese tipo han funcionado en Colombia, por ejemplo, donde 12 años atrás era aterrador hablar de visitar ese país. Como he planteado en otros artículos, la seguridad ciudadana es un problema multifactorial, que su abordaje exige un Plan Integral, de manera que se pueda avanzar en la disminución de los niveles de criminalidad.
El narcotráfico es el flagelo que genera mayor delincuencia. Es un fenómeno global, complejo, donde las redes de distribución se restauran por nuevos elementos en la cadena de mando. Es un comercio y, como tal, los operadores, una vez son encarcelados o eliminados pasan a ser sustituidos en la cadena de mando.
Todos estos conflictos tienen salida, pero hay que abordarlos con sentido de unidad, con un plan a mediano y largo plazo, y sin más recreo.
En medio de tanto ruido mediático, es necesario que quienes tienen responsabilidad de Estado, puedan ver más allá de la cotidianidad, con miras amplias para descubrir que la agenda no se limita a los brotes sociales que comienzan a diseminarse por la geografía nacional.
Los temas conflictivos parecen haberse desatado de golpe. Van desde manejo de política económica, presupuestarios, sociales, laborales, de seguridad ciudadana y medioambientales.
La sentencia 168/13, del Tribunal Constitucional (TC) es el de mayor virulencia mediática; el anunciado cierre parcial de las operaciones de la Falconbridge; la huelga de los profesionales de la medicina, motivada en el único asunto que siempre ha interesado a la cúpula del Colegio Médico Dominicano: aumento salarial; el anuncio de los industriales de la harina de subir el precio del pan, así como la permanente amenaza de inseguridad ciudadana como resultado del auge del microtráfico, son temas que forman parte de un rosario de quejas, que deben ser abordadas por la dirección política del país, fuera de coyuntura.
Si se tiene la información, como estoy seguro que los cuerpos de inteligencia poseen, de que los grupos sociales (coletilla del partido político que perdió las elecciones de mayo del año pasado) tomaron la decisión de salir a las calles, atendiendo a directrices del ex presidente Hipólito Mejía, es plausible que desde el partido de gobierno se tomen decisiones, no para denunciar a los auspiciadores, sino para sugerir soluciones a cada uno de estos problemas.
El primero de estos puntos, el que tiene que ver con la sentencia del TC, un poder del Estado cuya facultad es precisamente conocer de la constitucionalidad de las leyes, debe recibir el respaldo de la dirección política y de todos los órganos donde el PLD tiene incidencia.
La competencia del TC para decidir sobre la constitucionalidad de las leyes no puede ser puesta en discusión. Para evacuar la sentencia, los jueces estudiaron la jurisprudencia establecida por la Suprema Corte de Justicia de 2005, lo que ha establecido en ese sentido la Corte Interamericana de los Derechos Humanos relativa a las condiciones y procedimientos para la adquisición de una nacionalidad, que tienen que ver predominantemente con el derecho interno de cada Estado.
En 147 páginas del documento emitido, los magistrados estudiaron los requisitos establecidos para la adquisición de cédulas y la emisión de actas del Estado Civil, revisaron las distintos documentos constitucionales, desde 1929 hasta la fecha, y definieron el concepto de "extranjero en tránsito", establecido en las cartas sustantivas dominicanas desde un siglo hasta la fecha.
También estudiaron los casos parecidos en Colombia, el de nuestros compatriotas en España, la Ley de Migración, sobre Naturalización y el reglamento de aplicación de Migración. No es de extrañar que el periódico haitiano Le Nouvelliste haya importantizado las declaraciones antinacionales emitidas por el ex presidente Mejía, a pesar de que el dirigente político no es abogado ni especialista en constitucionalismo.
Por otro lado, el cierre parcial de las operaciones de la Falconbridge es un problema que tiene raíces en el pasado reciente. Tanto en instancias del gobierno como en los niveles ejecutivos de la empresa minera, se permitió que el tema tomara cuerpo, como aquellas avalanchas de nieves que mientras más corren, su tamaño se hace incontrolable.
La huelga de los galenos exigiendo aumento salarial es más de lo mismo. Los gobiernos no han sido capaces de exigir, en medio de un rosario de históricas negociaciones de cuatro décadas, ni siquiera un mínimo de cumplimiento en calidad del servicio, horario de trabajo con resultados de desempeño. Los profesionales de la medicina se dan el lujo de tener cuatro y hasta cinco empleos, a pesar de que solo trabajan ocho horas, mientras el CMD solo sirve para apañar la falta de humanidad de la mayoría de sus asociados, y convocar a paros de los servicios cuando se avecinan elecciones en el gremio.
Aunque un poco controlada en los últimos meses con la salida de los guardias a la calle, la seguridad ciudadana es un tema pendiente que los gobiernos del PLD deben abordar con determinación, pues otros programas de ese tipo han funcionado en Colombia, por ejemplo, donde 12 años atrás era aterrador hablar de visitar ese país. Como he planteado en otros artículos, la seguridad ciudadana es un problema multifactorial, que su abordaje exige un Plan Integral, de manera que se pueda avanzar en la disminución de los niveles de criminalidad.
El narcotráfico es el flagelo que genera mayor delincuencia. Es un fenómeno global, complejo, donde las redes de distribución se restauran por nuevos elementos en la cadena de mando. Es un comercio y, como tal, los operadores, una vez son encarcelados o eliminados pasan a ser sustituidos en la cadena de mando.
Todos estos conflictos tienen salida, pero hay que abordarlos con sentido de unidad, con un plan a mediano y largo plazo, y sin más recreo.
Escrito por Rafael Núñez
